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BRUT MILLÉSIME 2007

BRUT MILLÉSIME 2007

Singularidad y complejidad

Esta excepcional cuvée de Blanc de Noirs lleva el nombre de la Patrona de Mareuil-sur-Aÿ. Este terruño de una hectárea cumple unas normas muy estrictas: una única parcela, cercada y continua, con unas completas instalaciones de vinificación in situ. Este vino monovarietal con un carácter increíble tiene todas las características de un gran crianza profundo y singular.


El nacimiento de un mito

"En los años 50, mi abuela tenía reservado este espacio natural para las actividades de ocio de la familia. Contiguo a nuestra casa de Mareuil-sur-Aÿ, estaba decorado con viñas, flores y árboles frutales. Consciente del potencial de estas magníficas tierras, mi familia decide plantar las primeras viñas de Pinot Noir en 1964. Se toma la decisión de vinificar este Pinot Noir en blanco en pequeñas barricas borgoñesas: un champán excepcional está por nacer. Después de dedicar años al cuidado meticuloso de las viñas, el año 1995 destaca por una cosecha sobresaliente, que producirá el primer millésime de esta cuvée, única en su especie. Será bautizada Clos Saint-Hilaire, en honor al santo patrón de la iglesia de Mareuil-sur-Aÿ. De aquí en adelante, cada botella será numerada".
François Roland-Billecart – Sexta generación




La parcela

Este cercado de una hectárea cumple unas normas muy estrictas: una sola parcela, cerrada y en un solo terreno, que dispone de una instalación completa de vinificación in situ. La magia de sus tierras mezclada con las competencias de los equipos lo convierten en un vino excepcional.
Procedente en exclusiva de Pinot Noir vinificado en barrica, desarrolla una pureza excepcional. Para dejar que este gran vino evolucione con la singularidad del único cru del que procede, la Casa decide añadirle muy poca dosificación.





Unas tierras mimadas

El Clos es una parcela única que destaca por una gestión y una conservación notables de la viña, del suelo y del subsuelo, en un entorno respetuoso con el medio ambiente. La Casa Billecart-Salmon decidió recuperar métodos ancestrales de la Champaña francesa y, por ello, desde hace unos años, los caballos de tiro han regresado a Clos Saint-Hilaire.

Este método de conservación del suelo y de la viña mejora su porosidad y biodiversidad: las raíces se desarrollan en profundidad y los minerales extraídos del suelo favorecen el crecimiento de uvas más pequeñas y concentradas, para desvelar el sabor tradicional de este pago.






A LA VISTA

La magia del terruño combinada con un saber hacer ancestral nos descubre un sublime tono dorado, acentuado por intensos reflejos cobrizos. Una agradable efervescencia de finas burbujas atemperada por la pátina de una cuidada crianza.


EN BOCA

Textura con cuerpo, notas de cítricos recién confitados y frutas de pulpa blanca y amarilla bien maduras (naranjas bañadas en chocolate, manzanas tapées y ruibarbo) sobre un fondo de milhojas de sabores (jalea de membrillo, abricotine y cera de abejas). El vino tiene un encanto tan cautivador como expresivo, con una generosidad que se prolonga hasta un final de deliciosa mineralidad calcárea.


EN NARIZ

Expresión noble y distinguida, intensamente sensorial, con un impacto olfativo de gran complejidad y elegancia (cereales malteados, fragancias florales de acacia, retama y azahar). Las resonancias de un entorno mineral ponen de relieve destellos concentrados de fruta madura e intensa (café tostado, pan tostado, especias suaves y tabaco rubio).


DEGUSTACIÓN

Una experiencia gustativa única por la muy limitada producción de cada gran añada (unas 4800 botellas). Servida a temperatura de bodega (12/14°), esta exclusiva cuvée marida maravillosamente con un rodaballo salvaje «ikejime» al café de Birmania.


Por Florent NYS, enólogo y jefe de bodega de la Casa Billecart-Salmon.



En sintonía con Daniel Manetti<br>

Director de Sumillería - The Connaught, Londres.


 Mi primer encuentro con el Clos Saint Hilaire fue con la añada 1999, tuve el placer de catarlo en la finca en medio del viñedo, una experiencia totalmente envolvente. Me gustó mucho su amplia textura, la redondez de la fruta, la tensión que muestra a lo largo de las añadas y su gran complejidad.


Clos St Hilaire tiene un aroma pleno, dominado por los frutos rojos, los cítricos confitados, las avellanas y las almendras trituradas y un roble bien integrado. Pruebe este maravilloso champán con un queso comté curado o un parmesano, marida muy bien con la salinidad y las notas de avellana de estos quesos, que se equilibran con la riqueza del Champán.
Para una experiencia algo más inaudita, acompáñelo con un buen tartar de Wagyu con virutas de trufa negra por encima. La estructura compacta del Clos St Hilaire 2006 soporta bien el tartar, mientras que las características terrosas del champán maridan bien con la trufa. Particular y exclusivo, merece meditación y atención. En invierno, aconsejo catarlo en una casa de campo frente al fuego mientras nieva fuera. 




Cepas y elaboración


• Procedente de una única parcela de una hectárea cercada y continua de viñas viejas de Pinot Noir plantadas en Mareuil-sur-Aÿ en 1964.


  • • 100% vinificado en barricas de roble Maduración sobre lías/en bodega: 177 meses<br> Dosificación: 1,9 g/l<br> Formatos disponibles: botella <br> Tiempo de conservación: más de 10 años