Un trabajo meticuloso.

La unión de la modernidad y la autenticidad en aras de lo mejor...
Pasillos de ladrillos albergan nuestras cubas de acero inoxidable donde, paso a paso, se lleva a cabo el proceso de fermentación. 
Las herramientas más innovadoras se utilizan con destreza para mejorar continuamente la calidad de los vinos.

Debido a su preocupación constante por aumentar la calidad de sus vinos, la Casa instauró en los años 50 la técnica del desfangado en frío, así como el uso de cubas de acero inoxidable para lograr una fermentación más larga, a baja temperatura. En el cocedero se utilizan principalmente pequeñas cubas termorreguladas (47 hectolitros) que permiten garantizar la trazabilidad de las cepas y las parcelas. Esta vinificación, cru por cru y variedad por variedad, nos permite conservar todos los matices de la expresión del pago. Al vinificar a baja temperatura, se ralentiza el proceso de fermentación, lo que propicia la extracción de aromas etéreos y delicados. De esta manera se retiene la máxima expresión de la fruta y se consigue el sello distintivo del estilo Billecart-Salmon.


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